domingo, 19 de marzo de 2017

FICCIONES. Jorge Luis Borges. Frases para saborear.

Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres. Copulation and mirrors are abominable. JORGE LUIS BORGES

Me gustan los relatos de Borges, compré FICCIONES en Buenos Aires en diciembre en la librería Falena y lo he ido leyendo poco a poco saboreando cada relato y extrayendo las frases que más me han gustado... tan agudas, tan incisivas, tan acertadas que da miedo. Disfruta y saborea cada una como se merece:



  • Los espejos y la cópula son abominables, porque multiplican el número de los hombres. Copulation and mirrors are abominable.


  • Mi padre había estrechado con él (el verbo es excesivo) una de esas amistades inglesas que empiezan por excluir la confidencia y que muy pronto omiten el diálogo.


  • El presente es indefinido, el futuro no tiene realidad sino como esperanza presente, el pasado no tiene realidad sino como recuerdo presente.


  • Mientras dormimos aquí estamos despiertos en otro lado, así cada hombre es dos hombres.


  • No existe el concepto de plagio: se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, que es intemporal y es anónimo.


  • Un libro que no encierra su contralibro es considerado incompleto.


  • ... y se ríe de la modestia del proyecto. Le dice que en América es absurdo inventar un país y le propone la invención de un planeta.


  • No hay europeo (razonaba) que no sea un escritor, en potencia o en acto.


  • Lo repito: basta que un libro sea posible para que exista.


  • Repito que el menos importante de sus recuerdos era más minucioso y más vivo que nuestra percepción de un goce físico o de un tormento físico.


  • Dicen que era severo hasta la crueldad, pero escrupulosamente justo.


  • Que la historia hubiera copiado a la historia ya era suficientemente pasmoso; que la historia copie a la literatura es inconcebible.
  • A esa torre (que muy notoriamente reúne la aborrecida blancura de un sanatorio, la numerada divisibilidad de una cárcel y la apariencia general de una casa mala)


  • Lönnrot, habituado a las simplificaciones del periodismo, no se indignó.


  • Uno de esos tenderos que han descubierto que cualquier hombre se resigna a comprar cualquier libro...


  • Esa calle salobre en la que conviven el cosmorama y la lechería, el burdel y los vendedores de Biblias.


  • No hay hombre que, fuera de su especialidad, no sea crédulo.


  • Esa demora (cuya importancia apreciará después el lector) se debía al deseo administrativo de obrar impersonal y pausadamente, como los vegetales y los planetas.


  • ... la realidad no suele coincidir con las previsiones; con lógica perversa infirió que prever un detalle circunstancial es impedir que éste suceda. Fiel a esa débil magia, inventaba, 'para que no sucedieran', rasgos atroces; naturalmente, acabó por temer que esos rasgos fueran proféticos.


  • Arguye que no es infinita la cifra de las posibles experiencias del hombre y que basta una sola "repetición" para demostrar que el tiempo es una falacia...


  • ¿Qué busca? Hladík le replicó: "busco a dios". El bibliotecario le dijo: "Dios está en una de las letras de una de las páginas de uno de los cuatrocientos mil tomos del Clementinum. Mis padres y los padres de mis padres han buscado esa letra; yo me he quedado ciego buscándola". Se quitó las gafas y Hladík vio los ojos, que estaban muertos.


  • De Quincey especuló que judas entregó a Jesucristo para forzarlo a declarar su divinidad y a encender una vasta rebelión contra el yugo de Roma


  • -en el primero no te fue mal. Lo que pasó es que andabas ganoso de llegar al segundo.


  • Si no me engaño, igual cosa acontece con los budistas; el nombre por el cual los conoce el mundo no es el que ellos pronuncian.


  • Amigos y parientes lo visitaban y con exagerada sonrisa le repetían que lo hallaban muy bien.


  • La ciudad, a las siete de la mañana, no había perdido ese aire de casa vieja que le infunde la noche; las calles eran como largos zaguanes, las plazas como patios.


  • ... porque El hombre vive en el tiempo, en la sucesión, y el mágico animal, en la actualidad, en la eternidad del instante.