Nos dividen en 3 minibuses, y llegamos a Singapadu.
Rucina corta el tráfico para que podamos cruzar la calle, vemos por el camino que hay muchísimas scooters, algunos llevan casco, otros no, en algunas van 3 personas, otras las conducen niños... Hay muchísimo tráfico en general y conducen por la izquierda.
Rucina corta el tráfico para que podamos cruzar la calle, vemos por el camino que hay muchísimas scooters, algunos llevan casco, otros no, en algunas van 3 personas, otras las conducen niños... Hay muchísimo tráfico en general y conducen por la izquierda.
El dueño de la casa GEOKS, Dibia, tiene un auditorio construido dentro. La gente pasa por su casa que es una parcela con varias mini-habitaciones o casitas dentro (ver Vida en los pueblos de Bali). Dibia y su mujer nos dan la bienvenida. Dibia nos cuenta que en su familia todos eran bailarines pero él pasó años estudiando para ser músico de 'Gamelan', una orquesta de instrumentos de percusión típica de Bali, que suele acompañar a los bailarines en sus obras teatrales. Después de muchos años tocando el Gamelan y viendo que nunca le daban un papel importante probó un día con el baile y rápidamente le dieron uno de los papeles principales, así que finalmente acabó siguiendo los pasos del resto de su familia, además conocía muy bien la música por haberla tocado con el Gamelan. El auditorio que ha montado en su casa es para que los jóvenes que quieran ir a ensayar cualquier tipo de proyecto cultural, moderno, clásico, lo que sea, tengan un sitio en Singapadu para desarrollar la creatividad. Nos hace una demostración de Gamelan.
Dos alumnos suyos bailan, es precioso, nos explican que para ellos lo más importante es la cabeza, después el cuerpo y finalmente las piernas, por eso en el baile las piernas es lo que menos mueven, el cuerpo un poco más, las manos tienen unos movimientos asombrosos y la cabeza tiene una gran riqueza de movimientos: los ojos y la expresión de la cara tienen su propio lenguaje. Rucina ha escrito un libro sobre el baile balinés.
Ahora comienza el taller de percusión corporal con la gente local y nos dan tiempo libre antes de nuestro taller de kecak así que me voy a dar un paseo. Uso una aplicación local en el teléfono que se llama CityMaps2go, te bajas la ciudad que vas a visitar antes de salir de tu país y al abrirla ya tiene los datos cargados y te posiciona en el mapa con el gps. Marco la posición de la casa GEOKS para saber dónde tengo que volver y empiezo a caminar. Lo más difícil es cruzar la carretera principal, es un hervidero scooters y coches pero van lo suficientemente despacio como para ir dejando pasar a los peatones cuando cruzan o para ir dejando incorporarse a otros vehículos que salen de casas o callejones.
Al otro lado veo un mercado, me acerco. Hay unas mujeres preparando cestitas para las ofrendas, están sentadas charlando, hay 2, en seguida me sonríen y me preguntan de dónde soy en inglés y cómo me llamo, me dicen sus nombres y se acerca una tercera, hablamos un rato y se siguen acercando, empiezo a sentirme incómoda, un poco avasallada. Me retiro con una inclinación de cabeza y una sonrisa. Camino hacia una parcela contigua y empiezan a salir perros de varios sitios, aquí los tienen descuidados, no los tienen en casa como animales de compañía, piensan que son reencarnaciones de muertos y andan por las calles y las casas los pobres hechos un asco. Se empiezan a acercar otros perros y me ladran, siento un poco de miedo, cambio de dirección y me siguen, vuelvo al mercado donde están las otras mujeres y cuando miro hacia atrás ya se han ido. Paso por delante del mercado y sigo caminando.
Veo en la acera de enfrente una mujer muy muy mayor detrás del mostrador de una tienda de ropa, ella lleva una blusa pero la blusa está desabrochada, muestra el pecho descubierto, pero parece no importarle, cruzo hacia la tienda, la mujer entra en la casa y aparece un hombre, todo se produce de una manera natural, fluida, nos sonreímos. La señora no vuelve a salir, me mira desde la puerta que da a la zona común de la casa y me sonríe. Compro una peineta para el pelo y salgo, le pregunto al hombre de la tienda cómo se dice gracias en Balinés, me dice que es Suksama y Trimakasi en Indonesio.
Regreso a la casa GEOKS a tiempo para hacer el taller de Kecak, nos sentamos todos en varios círculos y hay una persona en el círculo del centro (no en el centro del círculo sino formando parte del círculo central) que va dirigiendo las voces, nos da las guías y cada grupo tenemos que ir haciendo un sonido (a veces cha, a veces che, chu, tu…..) con un ritmo determinado. Luego se incorporan movimientos de manos. Mezclados entre nosotros hay otros balineses que nos ayudan para que no nos perdamos con el ensamble de ritmos y sonidos. Hay otra persona en el círculo central que marca el tiempo como un metrónomo en plan (bip-bip-bip-bip). A veces la señal de la persona que dirige es para que hagamos el sonido más alto o más bajo o para que nos callemos, hay otra señal que nos indica que subamos los brazos a 45º, con los dedos estirados. Estamos sentados con las piernas cruzadas y hacemos un movimiento de cintura como botando y a la vez movemos los hombros. Hay otra señal que nos indica que subamos las manos hacia arriba y luego otra para bajarlas de nuevo. Vamos entrando como en trance, es muy divertido, los balineses cuando cantan el kecak parece que se están riendo todo el rato y claro, ahora veo que es porque al pronunciar che, chi, chu…. el gesto de la cara, quieras o no quieras, te hace sonreir, así que salimos todos contentísimos del taller.
Nos dan la cena: conito de arroz con pollo o vegetales, escojo pollo de nuevo, ayer me tomé la parte de arriba (que es el relleno: pollo, verduras…) y después hay un papel y debajo el arroz, voy mejorando mi técnica del cono y ya hoy separo el papel del relleno y lo mezclo con el arroz. Después de comerlo Matthew, de Bélgica, me pregunta si voy a dar un paseo y se unen Charles de Brasil y Anita de Alemania. Pasamos por una tiendita que tiene en la puerta un carrito con botellas y nos dice Matthew que es una 'Gasolinera' para las scooters, efectivamente ahí están las botellitas con su embudito para servir.
Les hago de guía y les llevo al mercado donde estuve hace una hora, las chicas me saludan como si me conocieran de toda la vida. Después pasamos cerca de la tienda pero no hay señales de la señora mayor ni del hombre, ahora es una jovencita la que atiende. Seguimos por el interior del pueblo que no son más que manzanas enormes de casas, cada manzana una casa entera y las calles de tierra, están quemando basura en la puerta de alguna casa. Pasamos por un pabellón donde están jugando al badminton, más adelante entramos en una casa donde hay unas chicas cosiendo, con todos hablamos, todos nos preguntan de dónde somos, cada uno contestamos con el nombre de nuestro país. Entramos a una casa que tiene dentro una tienda de cafés. Nos sentamos y hacemos una cata de cafés y tés, están buenísimos, pero son cafés y tés instantáneos. Ya se ha hecho de noche, son las 18.40h y a las 19.30h tenemos que estar de vuelta para el show. Saco mi super linterna y volvemos a GEOKS.
Les hago de guía y les llevo al mercado donde estuve hace una hora, las chicas me saludan como si me conocieran de toda la vida. Después pasamos cerca de la tienda pero no hay señales de la señora mayor ni del hombre, ahora es una jovencita la que atiende. Seguimos por el interior del pueblo que no son más que manzanas enormes de casas, cada manzana una casa entera y las calles de tierra, están quemando basura en la puerta de alguna casa. Pasamos por un pabellón donde están jugando al badminton, más adelante entramos en una casa donde hay unas chicas cosiendo, con todos hablamos, todos nos preguntan de dónde somos, cada uno contestamos con el nombre de nuestro país. Entramos a una casa que tiene dentro una tienda de cafés. Nos sentamos y hacemos una cata de cafés y tés, están buenísimos, pero son cafés y tés instantáneos. Ya se ha hecho de noche, son las 18.40h y a las 19.30h tenemos que estar de vuelta para el show. Saco mi super linterna y volvemos a GEOKS.
Primero actúa el grupo local de Kecak, es muy bonito y acompaña a unos bailarines, es como el teatro griego antiguo, una representación donde aparece una chica, luego otra, después un hombre, luego se pelean, luego otro…. el baile es muy bonito y van vestidos de manera muy llamativa.
Al acabar el grupo local actúan varios artistas del IBMF: Tupac, Cecilia, Keith, Bryan, Raúl, Steve, el grupo canadiense de percusión corporal que son cómicos, divertidísimos, Jep y nuestra Yolanda (ole, ole, ole, qué bien baila por dios). Yolanda me cuenta que la señora de la casa la acompañó a cambiarse a su habitación, en GEOKS los artistas se cambian en la casa. Así que al acabar volvió a la habitación y vio a la señora en la cama dormida, empezó a desvestirse en penumbra sin hacer ruído y la señora se incorporó, se apoyó en el cabecero, sonrió y observó en silencio cómo Yolanda se cambiaba. Yolanda ha trabajado en varias compañías (Gades, Riverdance...) y se ha cambiado en los sitios más diversos pero éste, dice, ha sido el sitio más extraño. Cuando terminó inclinó la cabeza para saludar a la señora, ésta hizo lo mismo, se sonrieron y salió.
El after-party hoy es en un resort también, no da a la playa pero es espectacular el sitio, una piscina enorme, mesas y camas balinesas alrededor. Enric empieza a cantar y a hacer ritmos y le seguimos, hacemos pista de baile. ¡¡Divertidísimo día!! Volvemos en el autobús haciendo una versión nuestra del ‘kecak’.
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