El bus de Sucre a Potosí sale a las 6:30am, salimos del hostal temprano y paramos un taxi, es domingo y las calles están muy tranquilas. nos pide 12 bolivianos a la estación de guaguas y lo dejamos en 10 finalmente. En la estación de guaguas varias chicas nos persiguen para vendernos sus billetes, compramos uno por 15 bolivianos a Potosí. Nos acomodamos y siguen subiendo viajeros que se sientan en el pasillo. Por el camino le compramos a una vendedora una bolsita de 4 empanadillas de queso por 5 bolivianos.
El paisaje camino a potosí es árido, marrón y rojo, paramos en un pueblo de casitas pequeñas de ladrillo carmesí donde bajan algunos viajeros, de lejos no parecen casitas, están mimetizadas con el terreno, parecen piecitas de lego.
Llevamos ya 3 horas de viaje y el paisaje se convierte en un montón de casas de una planta de ladrillo encarnado que de lejos parecen invisibles, completamente integradas en el terreno y que ocupan un vasto espacio. Montañas de distintos tonos de rojo, es impresionante. Estamos llegando a Potosí.
Son las 10h y ya estamos en Potosí, el bus a Uyuni sale a las 12:30h, tenemos tiempo para ver la ciudad así que preguntamos cómo llegar al mercado. Cogemos un bus que nos cuesta 1,50 bolivianos. Potosí está a 4.000m sobre el nivel del mar. Nos bajamos cerca del mercado y subimos andando por unas calles empedradas. El mercado es muy grande, tienen puestos donde venden las hojas de coca y compramos una bolsita cada una, nos dicen que tenemos que ponernos las hojas en un lado pegadas en la encía entre los dientes y el carrillo para sujetarlas y dejarlas ahí hasta que ya no tengan sabor. (un sabor amargo, por otro lado) Definitivamente el olor de las hojas de coca es fuerte y desagradable, y cuando entramos en los buses que huele mal es justo ese olor.
Desayunamos en el mercado y nos tomamos un mate de coca. Una de mis amigas deja una falda de su uniforme en un puestecillo donde una costurera hace arreglos, le pedimos que nos guarde las maletas pero nos dice que no tiene sitio, volvemos al puesto donde hemos desayunado y ellos nos las guardan, así que aprovechamos y salimos de paseo.
Desayunamos en el mercado y nos tomamos un mate de coca. Una de mis amigas deja una falda de su uniforme en un puestecillo donde una costurera hace arreglos, le pedimos que nos guarde las maletas pero nos dice que no tiene sitio, volvemos al puesto donde hemos desayunado y ellos nos las guardan, así que aprovechamos y salimos de paseo.
Mercado de Potosí. Hojas de coca |
Pasamos por la 'Casa de la Moneda' y se puede visitar, aprovechamos para ir al wc que está bastante limpio. En el patio hay unos estudiantes adolescentes de visita con una profesora explicándoles algo de la historia de la ciudad: Potosí es una ciudad minera, se sacó de aquí mucha plata, hay varias leyendas respecto al orígen, una de ellas es la de que el inca Huayna Cápac (mucho antes de la conquista) había oído hablar a sus vasallos del cerro hermoso y cuando le llevaron y contempló esa montaña sospechó que dentro podría haber albergar piedras preciosas, que quería para adornar a los dioses en el Templo del Sol de Cusco, así que los mineros indígenas empezaron a buscar pero una fuerte voz como un trueno dijo en quechua que esas piedras no eran para ellos sino para los que vinieran del más allá y huyeron despavoridos y el inca cambió el nombre del cerro a Potojsí, que significa "truena, revienta, hace explosión"; más tarde, en 1545, el indio Huallpa se vio obligado a pasar la noche en el cerro y para no morir de frío encendió un fuego que alumbró una hebra blanca y brillante que resultó ser plata, ésto desencadenó la avalancha española, un grupo de españoles encabezados por el capitán Juan de Villarroel tomó posesión del 'Cerro Rico' e inmediatamente establecieron un poblado. La inmensa riqueza del cerro y la intensa explotación a la que lo sometieron los españoles hicieron que la ciudad creciera de manera asombrosa, su riqueza fue tan grande que hasta Cervantes en el El Quijote menciona las minas de Potosí y se acuñó el dicho español 'Vale un Potosí' que significa que algo vale una fortuna. La casa de la moneda es un edificio precioso con un patio que tiene un balcón que me recuerda al 'balcón canario'.
En otra plaza están montando unos puestos y vemos niños vestidos con el traje típico. Celebran una fiesta local. Un grupo de chicos adolescentes vestidos 'de domingo' se acerca a la plaza.
Volvemos al mercado pero la falda sigue en el mismo estado en el que se quedó. La recogemos, vamos a por las maletas, el puesto está ya cerrado pero nuestras maletas están y están con todo (ya la chica nos había avisado de que lo mismo cerraba y se iba antes pero que tranquilas que las dejaba dentro accesibles desde fuera) Sí, ésto es lo típico que llegamos, no están las maletas, no hay nadie a quien reclamar, somos idiotas, cómo se nos ocurre dejarlas.... sí, todo eso y más, pero nada de eso pasa, aquí están, sanas y salvas, al alcance de cualquiera que hubiera metido la mano dentro del puesto o de los mismos del puesto que se las hubieran llevado.
Tomamos un bus a la exterminal y cogemos el bus a Uyuni, nos cuesta al cambio 30 euros y nos dicen que tarda unas 4h. Compramos unas humitas antes de salir.
El paisaje de Potosí a Uyuni me recuerda mucho a la isla de Lanzarote, pero a 4.000m de altura, eso sí. Miro por encima los titulares de las noticias del periódico local que está leyendo mi compañero de viaje y uno reza 'el decomiso de marihuana es superior al de cocaína'
El paisaje de Potosí a Uyuni me recuerda mucho a la isla de Lanzarote, pero a 4.000m de altura, eso sí. Miro por encima los titulares de las noticias del periódico local que está leyendo mi compañero de viaje y uno reza 'el decomiso de marihuana es superior al de cocaína'
Hacemos una parada para ir al wc, ya no nos sorprende que no haya wc, la gente se baja, se esconde detrás de los arbustos y hace pis. Se suben muchos viajeros, no tienen sitio en los asientos y se acomodan en el pasillo. Son gente alegre. El trayecto dura poco, se bajan en el siguiente pueblo.
Al llegar a Uyuni nos esperan un montón de personas para vendernos excursiones al salar de Uyuni. Finalmente contratamos el de una chica que nos parece simpática. Ella nos lleva a su oficina para que le dejemos abonada la excursión (yo contrato la excursión de un día y mis amigas la de dos días) y su chófer nos lleva al hostal La Roca que es uno que hemos visto en la app 'hostelworld' que tiene buena pinta. Tienen habitación así que nos quedamos por 50 bolivianos cada una la habitación triple y con wc compartido... El hostal es tipo cárcel, con un patio enorme en el centro, pero está bien, es amplio. Hace un frío que pela, no solo en el hostal, en Uyuni en general... estamos a 3.700m.
Salimos a dar un paseo y vemos una agencia de la Compañía Aérea Amaszonas, compramos los billetes de Uyuni a Santa Cruz de la Sierra para el martes y mis dos amigas para el miércoles. Me cuesta 780 bolivianos vía La Paz. Uyuni está lleno de carteles del PARÍS-DAKAR.
Salimos a cenar a un restaurante que tiene una chimenea de la que no nos despegamos ¡vaya pelete! Mañana ¡por fin! el famoso SALAR DE UYUNI!!!!
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